UN FIN DE SEMANA EN NUEVA YORK
Como escala de mi viaje de regreso, me regalé unos 3 días en la "ciudad que nunca duerme". Alojándome en hostel familiero a las afueras de Brooklyn (los precios de los hostels han subido considerablemente desde la última vez que estuvimos), lejos de una estación de tren, a 40 minutos en metro de la isla de Manhattan, me dediqué simplemente a caminar y caminar. Participé de una actividad llamada "summer streets" en la cual promovían la actividad física donde pude rentar una bicicleta de forma gratuita y recorrer entre otros varios ciclistas y corredores por la avenida Lafayette desde el Puente de Brooklyn hasta el Central Park; tomé un siesta en el Central Park al igual que otros tantos turistas y neoyorquinos y me senté en la escalinata de Times Square a observar la infinidad de gente de todas partes del planeta que acuden a esta zona a deslumbrarse con los letreros luminosos que hacen que nunca sea de noche.
Y luego la ansiedad, ver llegar la hora de finalizar con este "ciclo" de viajes, estos dos años compartiendo camionetas, campings, culturas diferentes, playas, momentos de cansancio, obras de arquitectura que te dejan de boca abierta, las que te decepcionan un poco, de largas rutas, de aeropuertos en lugares remotos, comidas picantes e indescifrables, cambios de moneda, compras de souvenirs, paisajes increíbles, momentos para uno, idiomas y señas, vinos y otras bebidas, y risas, muchas risas.
Este viaje queda en la retina y memoria de cada uno de nosotros, las anécdotas se reiteran en cada reunión, la sensación extraña de haber estado en lugares muy lejanos, el permanente agradecimiento a todos ustedes.
Y ahora en Montevideo, en mi último año de carrera, sintiendo que que todos aquellos años de venta de rifa valieron la pena, que este viaje será siempre una parte muy importante de mi carrera y de mi persona. Nuevamente GRACIAS, MUCHAS GRACIAS!
Rotterdam.LaHaya.Amsterdam.Utrech.Hamburgo.Copeneague.Malmo.Oslo.Fiordos.Estocolmo.Helsinki.SanPetersburgo.Moscú.
Tallin.Riga.Varsovia.Auschwitz.Berlín.Desseau.Praga.Viena.Stutgart.Mulhouse.Ronchamp.Basilea.Zurich.Lucerna.Vals.Munich.Lago diGarda.Venecia.Ljubjiana.Rijeka.BiogradnaMoru.Urbino.CostaAmalfitana.Nápoles.Roma.Pisa.Florencia.Genova.Cannes.Mónaco.Milán.
Lyon.Marsella.Barcelona.Madrid.Granada.Marrakech.Zagora.Sevilla.Lisboa.Oporto.Pontevedra.SantiagoCompostela.Bilbao.SanSebastián.
Madrid.Montevideo.
Montevideo.MexicoDF.Teotihuacan.LaHabana.Cancún.PlayadelCarmen.NuevaYork.Philadelphia.Toledo.Chicago.Phoenix.GranCañión.
LasVegas.SanFransisco.LosÁngeles.SanDiego.Tijuana.HongKong.Hanoi.HaLongBay.HoiAn.NhaTrang.HoChiMihn.Beijing.Shangai.HongKong.
Bangkok.Kanchanaburi.KohLorn.Katmandú.Varanasi.Delhi.Chandigar.Agra.Jaipur.Amman.Petra.Aqaba.Estambul.Goreme.Capadoccia.Atenas.
Santorini.Barcelona.Palma.Barcelona.NewYork.Montevideo.
16.8.11
11.8.11
Reencuentros y calles conocidas. Un afloje del viaje para recuperar energías; para seguir viajando en el caso de Marco, para enfrentar el regreso en el mío (y el invierno montevideano). Ciudad que me trae recuerdos, que la quiero más allá de los miles de turistas que ni se enteran en que lugar del planeta están, buscando quedar rojos bajo el sol y en que bar van a terminar la noche. Viejos amigos que sólo ves cada un año, pero la frescura de sentir que te has visto dos días antes, hace que pierdas las distancias y te encuentres en terreno propio.
La estadía se vio complementada con un escape a la isla de Mallorca, a la casa de los tíos de Marco, que en entre banquetes, paseos por pueblos muy pintorescos, picnic en la playa y acento uruguayo, nos sentimos verdaderamente en casa.
Y con esa sensación nostálgica, volví a dejar Barcelona, ya completamente sola en el viaje, comenzando el retorno el cual implica un fin de semana en Nueva York, como escala de mi vuelta...
31.7.11
DESDE EL MONTE OLIMPO...
26.7.11
CAPADOCCIA, viviendo en las cavernas....
25.7.11
ESTAMBUL . La ambigüedad de una ciudad asiática/europea
23.7.11
JORDANIA
19.7.11
9.7.11
NEPAL...Valle de Kathmandú.
Aterrizamos en Kathamndú, capital de Nepal, y desde el cielo ya
quedamos fascinados. Una fascinación que te deja inquieto y que por
momentos duele. Un pueblo del medioevo, con algún que otro signo
contemporáneo, pero que mantiene un estilo de vida en la calle, el
intercambio y condiciones muy precarias. Callejuelas muy sucias, con mucha basura y agua estancada, abarrotadas de gente y motos durante el día, y de silencio y oscuridad en la noche.
Desde nuestra posición de turistas, como meros espectadores recorrimos
lo centros de Kathmandú, Patán y Baktapur (las tres ciudades que
forman el valle de Kathmandú) sacando demasiadas fotos a cada escena,
a cada rostro. El termómetro de "pobreza" adquiere otra escala de
valores, todo lo que se ve parece cotidiano, conciente y acogedor a la
vez. Entre budismo e hinduísmo, la ciudad vive su religión en cada
esquina, con sus ropas, sus templos y sus ritos.
Gente muy amable, el día se vive en colores más vívidos que lo normal,
llenándote las retinas, sintiendo ahora sí, estar en la otra punta del
planeta. Nos quedamos con ganas de más, de más paisaje, de más pueblos, de más cultura.
TAILANDIA
En lo personal pensé que en tailandia me iba a encontrar con un escenario similar al de Vietnam. En cambio aterrizamos en un Bangkok conglomerado, sucio, con ratas y cucarachas.
Famoso por sus shows sexuales y la prostitución, fuimos espectadores de alguna que otra triste escena. Desesperados por ofrecerte shows pornográficos, te invitan a que veas uno números no muy eróticos. Templos budistas en todo el downton, se ubican en una trama copada por el consumo.
Para no quedarnos sólo con esa imagen de Tailandia, una noche estaba programado dormir en un hotel flotante sobre un río llamado Kwai, sin energía eléctrica, con cena y danzas típicas, al cual le accedés por medio de una lancha atravesando unos paisajes increíbles.
País famoso por sus playas paradisíacas, por tema de tiempo no pudimos bajar hasta tan al sur donde se encuentran las islas más conocidas. Así que pasando por cuatro medios de transporte, llegamos a una isla en la Bahía de Tailandia llamada Koh Lorn, donde pasamos toda la tarde
en aguas turquezas y tibias, para dar cierre a este país en el que 3 días después de abandonarlo encontraron un coche bomba debido al espeso ambiente que se vivía por la elecciones del primer ministro y el posible cambio de orientación política.
22.6.11
18.6.11
11.6.11
PIRATAS DEL CARIBE... (oriental)
2.6.11
WELCOME to TIJUANA... Nos daba curiosidad. Particularmente no sabía muy bien con que nos íbamos a encontrar. Desde Los Ángeles, nos tiramos hasta la frontera mexicana y la primer imagen que tuvimos fue la de una urbanización descontrolada detrás de un muro. La imagen de división no puede ser más literal que la de un muro, haciéndome recordar los restos del muro de Berlín. Lo urbano llega hasta el borde del muro que remata metido en el océano Pacífico con un paseo a lo malecón, zonas de descanso y cruces por cada mexicano que no logró cruzar. Lo que nosotros podemos imaginar como tragedia, en este caso es parte de un paseo desolador pero con un toque 100% mexicano. Siniestro fue el adjetivo que encontramos para describirlo. Dejando la línea de frontera, nos dirigimos al centro de Tijuana suponiendo que bajo el título de "ciudad del desbunde" aquello podía ser interesante. Si nos referimos a "noche bizarra" como experiencia interesante, cumplimos el cometido. Algo dudoso. Al ser lunes por la noche aquello era más desolador que el desierto de Arizona. Los comercios y lugares de comida cierran temprano (ya advertidos por nuestra experiencia en el DF) y los "boliches" desesperados por llamar nuestra atención para que ingreses. Lo hicimos en aquel que nos prometió una subida a un toro mecánico gratis. Sin montar ese aparato, jugamos pool con bolas repetidas y tomamos algún trago en ese local exclusivo para nosotros, atendido por un barman multifacético con un gorro mexicano al mejor estilo Speedy González. Regreamos esa misma noche, después de 2 horas de cola para cruzar la frontera y otro tanto en trámites, ya que el pasaporte uruguayo de Manuel no tenía un permiso x para poder circular en los flamantes Estados Unidos de Norteamérica.
EL TÍO SAM Así apodamos al tío de Manuel (Samuel) que fue que nos alojó en su casa de "Los Altos", cerca de San Francisco. Casa típicamente yankee, con gran piscina, sala de juegos en el sótano, cava propia y sala de cine (sí, sala de cine con aislación acústica y todo). Nos atendió con suma amabilidad, nos llevó a visitar las oficinas de Facebook y Google en Silicon Valley (ya que su empresa constructora fueron quienes realizaron esas obras), nos invitó a degustar un desayuno gringo (bien gringo) y nos contó sobre sus días de voluntariado en Malawi y Uruguay, donde conoció a la tía de Manuel. A cambio, lo agasajamos con una cena de chivitos lo más uruguayos posible, con papas y morrones asados en una barbacoa a gas. Necesitábamos, después de días de ruta y dormidas en la camioneta, un rato de desinfle, de comida hecha en casa, de álbums de fotos y semifianles de hockey sobre hielo. Gracias tío Sam!
GRAND CANYON Sabíamos que iba a ser un punto alto del viaje. Procuramos manejar hasta encontrar donde estacionar frente a un precipicio en la noche, para amanecer con los primeros rayos de luz en un paisaje increíble. Un poco mal dormidos, comenzamos a bajar el Gran Cañón a las 7am, cuando el sol aún no molesta y con varias botellas de agua encima. Unos antes, otros después, pasado el medio día ya estábamos arriba para poder admirar otros puntos panorámicos. Las gama de colores es increíble, desde los ocres a los rojizos, y en un segundo plano una neblina azulada cubriéndolo todo. Vegetación propia de la aridez, pero más abundante de lo que esperábamos. Nos quedamos hasta ver el atardecer, ratificando que este ha sido un punto alto dentro del viaje.
23.5.11
17.5.11
NEW YORK, NEW YORK
Ciudad que nunca duerme, resulta abarcable en dimensión, inabarcable en contenido.
Funciona en dos niveles: la del turista y la del neoyorquino. Es difícil pensar en establecer una rutina en una ciudad así, pero cada uno en su lugar logra generar su propio ámbito en un radio acotado con similares recorridos diarios. Como turistas intentamos abarcarlo todo en 5 días. Es como una invasión a la cuidad de gente extranjera moviéndose por cada rincón.
Ciudad cosmopolita si las hay, cada barrio es una especie de submundo, pasás de China a Italia, de Harlem a "El Barrio" con sólo cruzar una calle.
Recrea microclimas increíbles como el Central Park, con una extensión territorial sumamente importante dentro de Manhatan siendo base para todo tipo de actividades. Escape para los neoyorquinos, como espacio deportivo y recreativo, y un paseo extraordinario para los turistas.
Ciudad que la podés vivir con diferentes presupuestos. Desde alojarte en los apartamentos más caros del mundo, e ir a tiendas como Giorgio Armani o Louis Vutton, o vivirla con lo más mínimo, haciendo un picnic en el Central Park y tomándote un ferry gratis a Staten Island.
Increíble, una ciudad que te sorprende en cada esquina, que nunca pasás dos veces por la misma escena. Sin duda, intentaré volver al final del viaje.