[parte1_2010] Montevideo.Barcelona.Tours.París.Lille.Londres.Stonehengue.Liverpool.Manchester.Glasgow.Edinburg.Cambridge.Brujas.Bruselas.
Rotterdam.LaHaya.Amsterdam.Utrech.Hamburgo.Copeneague.Malmo.Oslo.Fiordos.Estocolmo.Helsinki.
SanPetersburgo.Moscú.
Tallin.Riga.Varsovia.Auschwitz.Berlín.Desseau.Praga.Viena.Stutgart.Mulhouse.Ronchamp.Basilea.Zurich.Lucerna.Vals.Munich.Lago diGarda.Venecia.Ljubjiana.Rijeka.BiogradnaMoru.Urbino.CostaAmalfitana.Nápoles.Roma.Pisa.Florencia.
Genova.Cannes.Mónaco.Milán.
Lyon.Marsella.Barcelona.Madrid.Granada.Marrakech.Zagora.Sevilla.Lisboa.Oporto.Pontevedra.SantiagoCompostela.Bilbao.SanSebastián.
Madrid.Montevideo.
[parte2_2011]
Montevideo.MexicoDF.Teotihuacan.LaHabana.Cancún.PlayadelCarmen.NuevaYork.Philadelphia.Toledo.Chicago.Phoenix.GranCañión.
LasVegas.SanFransisco.LosÁngeles.SanDiego.Tijuana.HongKong.Hanoi.HaLongBay.HoiAn.NhaTrang.HoChiMihn.Beijing.Shangai.HongKong.
Bangkok.Kanchanaburi.KohLorn.Katmandú.Varanasi.Delhi.Chandigar.Agra.Jaipur.Amman.Petra.Aqaba.Estambul.Goreme.Capadoccia.Atenas.
Santorini.
Barcelona.Palma.Barcelona.NewYork.Montevideo.

16.8.11

UN FIN DE SEMANA EN NUEVA YORK

Como escala de mi viaje de regreso, me regalé unos 3 días en la "ciudad que nunca duerme". Alojándome en hostel familiero a las afueras de Brooklyn (los precios de los hostels han subido considerablemente desde la última vez que estuvimos), lejos de una estación de tren, a 40 minutos en metro de la isla de Manhattan, me dediqué simplemente a caminar y caminar. Participé de una actividad llamada "summer streets" en la cual promovían la actividad física donde pude rentar una bicicleta de forma gratuita y recorrer entre otros varios ciclistas y corredores por la avenida Lafayette desde el Puente de Brooklyn hasta el Central Park; tomé un siesta en el Central Park al igual que otros tantos turistas y neoyorquinos y me senté en la escalinata de Times Square a observar la infinidad de gente de todas partes del planeta que acuden a esta zona a deslumbrarse con los letreros luminosos que hacen que nunca sea de noche.

Y luego la ansiedad, ver llegar la hora de finalizar con este "ciclo" de viajes, estos dos años compartiendo camionetas, campings, culturas diferentes, playas, momentos de cansancio, obras de arquitectura que te dejan de boca abierta, las que te decepcionan un poco, de largas rutas, de aeropuertos en lugares remotos, comidas picantes e indescifrables, cambios de moneda, compras de souvenirs, paisajes increíbles, momentos para uno, idiomas y señas, vinos y otras bebidas, y risas, muchas risas.

Este viaje queda en la retina y memoria de cada uno de nosotros, las anécdotas se reiteran en cada reunión, la sensación extraña de haber estado en lugares muy lejanos, el permanente agradecimiento a todos ustedes.

Y ahora en Montevideo, en mi último año de carrera, sintiendo que que todos aquellos años de venta de rifa valieron la pena, que este viaje será siempre una parte muy importante de mi carrera y de mi persona. Nuevamente GRACIAS, MUCHAS GRACIAS!




11.8.11

La MEVA BARCELONA

Reencuentros y calles conocidas. Un afloje del viaje para recuperar energías; para seguir viajando en el caso de Marco, para enfrentar el regreso en el mío (y el invierno montevideano). Ciudad que me trae recuerdos, que la quiero más allá de los miles de turistas que ni se enteran en que lugar del planeta están, buscando quedar rojos bajo el sol y en que bar van a terminar la noche. Viejos amigos que sólo ves cada un año, pero la frescura de sentir que te has visto dos días antes, hace que pierdas las distancias y te encuentres en terreno propio.

La estadía se vio complementada con un escape a la isla de Mallorca, a la casa de los tíos de Marco, que en entre banquetes, paseos por pueblos muy pintorescos, picnic en la playa y acento uruguayo, nos sentimos verdaderamente en casa.

Y con esa sensación nostálgica, volví a dejar Barcelona, ya completamente sola en el viaje, comenzando el retorno el cual implica un fin de semana en Nueva York, como escala de mi vuelta...



31.7.11

DESDE EL MONTE OLIMPO...


Bajar del metro, emerger a la superficie y tener como primera imagen griega el Partenón iluminado en lo alto de un morro, fue una sensación que me erizó. Es extraño el contraste de que en una gran ciudad derramada en el valle, puedas sentirte por momentos en épocas del impero griego. Claro, la cantidad de turistas te recuerda que ya de eso pasaron unos cuantos años...
Es impactante imaginar que por esos mismos suelos de la acrópolis, se desarrollaron procesos culturales que siguen vigentes hasta nuestros tiempos; hemos estudiado tanto sus formas de relacionamiento, su arquitectura y sus legados que parece increíble tenerlos ahí, tan cerca de nuestros ojos.

Nuestros sentidos también tuvieron trabajo al desembarcar en Santorini y poder apreciar una isla muy rica en paisajes, pueblos blancos con sus cúpulas azules y atardeceres infinitos que se pierden en algún lugar de Mar Egeo. Absorbimos abundante energía solar, descansamos en arenas negras y rojas y recorrimos en cuatriciclo unos pueblitos bien griegos, con sus viñas, sus burros y sus ensaladas griegas de queso feta.

26.7.11

CAPADOCCIA, viviendo en las cavernas....


Viajamos casi 11 horas en bus, para internarnos en el centro del país turco en la región de Capadoccia. Antigua Mesopotamia, ha sido testigo de varias civilizaciones que usaban estas cuevas y ciudades subterráneas para protegerse de las invasiones, de los climas, para asentarse por tiempo indeterminado y luego dejar paso a otras poblaciones.

Paisaje tallado increíble, restos de iglesias cavadas con sus grabados cristianos, ciudades enteras de hasta 8 niveles por debajo de la tierra y pueblos con mucha oferta hotelera cavadas en las piedras. Mucha caminata, mucha subida y bajada, mucho atardecer sobre el valle y un retorno en bus, viviendo mediante sms el minuto a minuto del partido por Copa América entre Argentina y Uruguay.


25.7.11

ESTAMBUL . La ambigüedad de una ciudad asiática/europea


Aterrizás en Estambul y ya te sentís nuevamente en un ámbito conocido. Una ciudad muy europea, con callejuelas muy pintorescas, barcitos en las calles y mucho turista bohemio. En cambio, caminás por sus calles, das vuelta una esquina y te encontrás con una mezquita en plena actividad, escuchás el llamado al rezo musulmán en pleno día y sentís la mirada del hombre que te incomoda.

Una ciudad abierta al comercio,los vendedores te atienden en español, conocen a Uruguay (gracias LUGANO por las rebajas que nos hicieron! ), pero como mujer no podés disfrutar algunos espacios públicos sin sentir que te devoran con la mirada masculina y te intimidan con la femenina. En dos segundos pasás de estar en un ámbito totalmente occidental a uno de régimen islámico, pero que conviven de una forma curiosa, aceptada y sin ningún tipo de choque abrupto.


23.7.11

JORDANIA


Saliéndonos de los paquetes de carácter "cerrado" ( al fin!) hicimos escala en Jordania, quedándonos 3 días en este país, que nos sorprendió por la prolijidad de sus servicios, su limpieza y la austeridad de un clima desértico.
País netamente musulmán, sentimos las miradas directas de los hombres, y la cubierta de las mujeres.

Hicimos rendir el tiempo, flotando en el Mar Muerto, donde luego de un rato la necesidad de agua dulce se hace primordial.
Nos levantamos temprano para llegar a Petra, pueblo super pintoresco que alberga una de las maravillas del mundo, esta ciudad tallada en la piedra, que te deja perplejo por el trabajo realizado y la exquisitez de los detalles.
Y por último nos dirigimos al sur del país, al Golfo de Aqaba, que desemboca en el Mar Rojo, para disfrutar de un día de playa con un arrecife de coral con una fauna increíble a sólo 20 metros de la orilla.
Al final, un rato en la capital Amman para comer algo de cocina jordana, para luego embarcar hacia lo que sería, después de varias semanas, la vuelta a occidente.


19.7.11

Un vistazo por la India...

Es muy díficil aclarar lo que uno siente al pasar po India. Más en este tipo de viaje "flash" en el que uno se pasa la mayoría del tiempo mirando por una ventana de ómnibus o por la de un hotel burbuja. Te queda esa sensación de que la realidad te pasa por un costado.

El primer vistazo fue en Varanasi, ciudad del Ganges, río sagrado para los hinduístas, donde todo aquel que es cremado allí, consigue el paso directo a la vida eterna.
Desde el bus, la mirada penetrante de los hombres indios y la sonrisa alegre de los niños que te saludan al pasar, te hace sentir un escalofrío extraño.

Un hombre pedaleando una bicicleta, tira de un carro de 2 personas, conduciéndonos entre un mar de motos, "coco-taxis" y gente hasta una de las bajadas al Ganges. El ritual sobre el río es cotidiano y todo hindú debe purificarse en él por lo menos una vez en su vida.
En plena mañana, con el calor que te abraza, nos internamos en el corazón de la ciudad recorriendo unos callejones mínimos donde el comercio está muy presente. Los niños son los que más te impactan, entreverados en la muchedumbre, te piden, te suplican, te hablan en un español fluído intentando venderte de todo.

El viejo Delhi funciona con una lógica similar, mucho comercio en callejones oscuros, contrastan con la Nueva Delhi, más imperialista y de avenidas anchas con hoteles de lujo.
Chandigarh, ciudad planeada por LeCorbusier, funciona bajo la lógica del automóvil y de la super manzana, con infraestructuras obsoletas, mantiene edificios guernamentales diseñados por el maestro, de gran singularidad y protagonismo. De paso por Agra, visitamos la imponente Taj Mahal, que te deja impactado por su majestuosidad y finura.

Y por último, otro tramo en bus, para estar sólo unas horas en Jaipur, donde parte del programa era montar unos maltratados elefantes para llegar a quién sabe que templo hinduísta. Como plan B, recorrimos una ciudad calurosa y atestada decomercios y monos.

Y de nuevo esa sensación de mirarlo todo por fuera, con otras tantas horas de bus para tomar el avión en Delhi, sintiendo que dada nuestra realidad, somos incapaces de entender algo de un país tan rico como India, de donde lo que nos llevamos son un par de imágenes en una cámara digital.




9.7.11

NEPAL...Valle de Kathmandú.

Aterrizamos en Kathamndú, capital de Nepal, y desde el cielo ya
quedamos fascinados. Una fascinación que te deja inquieto y que por
momentos duele. Un pueblo del medioevo, con algún que otro signo
contemporáneo, pero que mantiene un estilo de vida en la calle, el
intercambio y condiciones muy precarias. Callejuelas muy sucias, con mucha basura y agua estancada, abarrotadas de gente y motos durante el día, y de silencio y oscuridad en la noche.

Desde nuestra posición de turistas, como meros espectadores recorrimos
lo centros de Kathmandú, Patán y Baktapur (las tres ciudades que
forman el valle de Kathmandú) sacando demasiadas fotos a cada escena,
a cada rostro. El termómetro de "pobreza" adquiere otra escala de
valores, todo lo que se ve parece cotidiano, conciente y acogedor a la
vez. Entre budismo e hinduísmo, la ciudad vive su religión en cada
esquina, con sus ropas, sus templos y sus ritos.

Gente muy amable, el día se vive en colores más vívidos que lo normal,
llenándote las retinas, sintiendo ahora sí, estar en la otra punta del
planeta. Nos quedamos con ganas de más, de más paisaje, de más pueblos, de más cultura.

TAILANDIA

En lo personal pensé que en tailandia me iba a encontrar con un escenario similar al de Vietnam. En cambio aterrizamos en un Bangkok conglomerado, sucio, con ratas y cucarachas.
Famoso por sus shows sexuales y la prostitución, fuimos espectadores de alguna que otra triste escena. Desesperados por ofrecerte shows pornográficos, te invitan a que veas uno números no muy eróticos. Templos budistas en todo el downton, se ubican en una trama copada por el consumo.

Para no quedarnos sólo con esa imagen de Tailandia, una noche estaba programado dormir en un hotel flotante sobre un río llamado Kwai, sin energía eléctrica, con cena y danzas típicas, al cual le accedés por medio de una lancha atravesando unos paisajes increíbles.

País famoso por sus playas paradisíacas, por tema de tiempo no pudimos bajar hasta tan al sur donde se encuentran las islas más conocidas. Así que pasando por cuatro medios de transporte, llegamos a una isla en la Bahía de Tailandia llamada Koh Lorn, donde pasamos toda la tarde
en aguas turquezas y tibias, para dar cierre a este país en el que 3 días después de abandonarlo encontraron un coche bomba debido al espeso ambiente que se vivía por la elecciones del primer ministro y el posible cambio de orientación política.

22.6.11

HONG KONG de pobre, HONG KONG de lujo

Antes de viajar por nuestra cuenta a VietNam (ya que el grupo oficial viajaba a Japón), hicimos escala unos días en Hong Kong. En esa oportunidad reservamos un hostel ubicado en un edificio llamado Chuking Mansion. Un suerte de galerías en la primer planta albergaba diferentes comercios de marcas de segunda y puestos de comida hindúes, generando una sinfonía de olores mezclados siempre con olor a cloacas y una humedad que te aplasta, antes de poder llegar a tomar el ascensor que te llevaba a tu piso (en cada piso un hostel diferente). Este sitio no está ubicada en la Isla de Hong Kong, sino en un barrio de muchos extranjeros, baratijas y muchos puestos de electrónica de dudosa autenticidad.

En esta oportunidad siguiendo el itinerario oficial estaremos otros 3 días en Hong Kong, esta vez con todo el grupo de viaje, por lo cual el alojamiento está resuelto desde el Grupo de Viaje de Arquitectura Rifa.
En verdad con bastante menos nos conformamos, ahora me encuentro en una habitación de lujo en un piso 50 con toda la vista de la isla de Hong Kong, con un baño de paredes transparentes para poder apreciar la vista desde la bañera, con iluminación inteligente y un desayuno que te rinde como almuerzo y tal vez algo más. Este es otra de las contradicciones del viaje, hace tres días estábamos en un hostel en Beijing (también reservado por el Grupo de Viaje) en cuartos hacinados y no muy pulcros baños compartidos, que te hacían rendir el día ya que lo último que deseabas era volver a ese hostel por las noches.

Y sí, mi cuerpo esperó hasta este momento para descomponerse, para poder estar en un amplio sommier, con paños de agua en la frente para bajar la fiebre, televisión plasma de 32", esperando para la transmisión en chino de la final de la Copa Libertadores y con una vista increíble, pensando que si esto me hubiera pasado hace unos días en Beijing, con taza turca compartida y en un colchón de 2 cm de espesor, me hubiera sentido menos a gusto.

made in CHINA

No sabía muy bien que esperar de este imperio, los pocos días que estuvimos en Beijing y menos aún de Shanghai (esas cosas extrañas que tiene el viaje de volar sólo por un día y unas horas a una ciudad como Shanghai), sólo nos mostraron una civilización abierta cada vez más al consumo.

Ambas ciudades fueron en estos últimos años, protagonistas de grandes eventos atractores de masas: los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008 y la expo mundial en Shanghai en el 2010. Para estos eventos, las ciudades se maquillan, se les invierte en mejora de servicios y espacios destinados exclusivamente al turismo. Es así que en Beijing recorrimos los llamados Hutongs (barrios tradicionales compuestos por casas agrupadas en torno a patios vinculadas a callejones) pero con un toque occidental de tiendas de marca en torno a prolijas peatonales. También en Shanghai un sistema de peatonales recorre tiendas y lugares de consumo, con el toque arquitectónico chinesco pero destinado absolutamente a los turistas.

Pero así como por un lado las ciudades crecen en cuanto a servicios, los espacios donde albergaron a grandes masas, quedan automáticamente en desuso al finalizar estos eventos generando grandes explanadas y edificios que quedan marcados por la pátina del tiempo.

Ciudades más que occidentales, hacen que no me sienta en un continente tan diferente como es el asiático, sino que, más allá de algunas costumbres cotidianas extrañas, me sentí como en un gran metrópolis estadounidense o europea.



18.6.11

VIET NAM

Recorrimos VietNam de norte a sur en la experiencia única del verdadero "bus cama", donde aprovechamos noches enteras para transitar los 1500km de extensión. Camas super estrechas tambaleándose en cada curva satánica, al son de la intermitente bocina.
Bocinas es el sonido de fondo de todo VietNam. La bocina es el indicador de que no vas a frenar, de que vas a pasar por la izquierda, derecha, para alertar. Miles de motocicletas (a razón de 1 cada 2 vietnamitas) se te atraviesan decididas a seguir de largo y esquivarte sin problemas.
Luego de un día en la capital Ha Noi, situada en el norte y dos días en la bahía de Ha Long, desembarcamos en un pueblo antiguo llamado Hué, donde sólo recorrimos la zona antigua.

Luego paramos en un pueblo balneario llamado Hoi An, con playas increíbles y la característica de ser el pueblo de las sastrerías. De un día para otro te confeccionan vestidos, trajes, chaquetones. Desesperados por venderte, te hacen probar, te toman las medidas, elegís la tela y se pasan toda la noche con sus familias cociendo para en la mañana tener pronto tu vestido hecho a medida.
De este pueblo de escala muy acogedora seguimos a otro balneario de escala más de ciudad, con edificios en altura sobre la rambla y su Festival tipo carnaval: el Festival de Nha Trang.

A medida que vamos bajando al sur, las ciudades se van occidentalizando hasta llegar a Ho Chi Minh (ex Sai Gón) una ciudad mucho más comercial, con su museo sobre la Guerra y la recreación de los "Cu Chi Tunnels", todo con un poco de morbo y caricaturización, terminan mostrando un pueblo que recién se está reconstituyendo, empobrecido pero muy aferrado a su tierra y costumbres.
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11.6.11

PIRATAS DEL CARIBE... (oriental)


Lejos del Mar Caribe, nos embarcamos en un barco hotel en Ha Long Bay, un sitio donde seguro filmaron la saga "Piratas del Caribe".
Un bote con camarotes, comedor y solarium, nos llevaron de recorrido por esos increíbles paisajes, recorrimos unas cavernas ocultas e hicimos cayac entre los peñiscos.
Disfrutamos de una noche estrellada, con vino, música de fondo y el mecer del agua.
Comimos pescado, frutos del mar y algunos otros platos vietnamitas indescifrables, sintiéndonos unos reyes con yate propio.

2.6.11

WELCOME to TIJUANA...

Nos daba curiosidad. Particularmente no sabía muy bien con que nos íbamos a encontrar.

Desde Los Ángeles, nos tiramos hasta la frontera mexicana y la primer imagen que tuvimos fue la de una urbanización descontrolada detrás de un muro. La imagen de división no puede ser más literal que la de un muro, haciéndome recordar los restos del muro de Berlín.

Lo urbano llega hasta el borde del muro que remata metido en el océano Pacífico con un paseo a lo malecón, zonas de descanso y cruces por cada mexicano que no logró cruzar.

Lo que nosotros podemos imaginar como tragedia, en este caso es parte de un paseo desolador pero con un toque 100% mexicano. Siniestro fue el adjetivo que encontramos para describirlo.

Dejando la línea de frontera, nos dirigimos al centro de Tijuana suponiendo que bajo el título de "ciudad del desbunde" aquello podía ser interesante. Si nos referimos a "noche bizarra" como experiencia interesante, cumplimos el cometido. Algo dudoso.

Al ser lunes por la noche aquello era más desolador que el desierto de Arizona. Los comercios y lugares de comida cierran temprano (ya advertidos por nuestra experiencia en el DF) y los "boliches" desesperados por llamar nuestra atención para que ingreses. Lo hicimos en aquel que nos prometió una subida a un toro mecánico gratis. Sin montar ese aparato, jugamos pool con bolas repetidas y tomamos algún trago en ese local exclusivo para nosotros, atendido por un barman multifacético con un gorro mexicano al mejor estilo Speedy González.

Regreamos esa misma noche, después de 2 horas de cola para cruzar la frontera y otro tanto en trámites, ya que el pasaporte uruguayo de Manuel no tenía un permiso x para poder circular en los flamantes Estados Unidos de Norteamérica.


EL TÍO SAM

Así apodamos al tío de Manuel (Samuel) que fue que nos alojó en su casa de "Los Altos", cerca de San Francisco.

Casa típicamente yankee, con gran piscina, sala de juegos en el sótano, cava propia y sala de cine (sí, sala de cine con aislación acústica y todo). Nos atendió con suma amabilidad, nos llevó a visitar las oficinas de Facebook y Google en Silicon Valley (ya que su empresa constructora fueron quienes realizaron esas obras), nos invitó a degustar un desayuno gringo (bien gringo) y nos contó sobre sus días de voluntariado en Malawi y Uruguay, donde conoció a la tía de Manuel. A cambio, lo agasajamos con una cena de chivitos lo más uruguayos posible, con papas y morrones asados en una barbacoa a gas.

Necesitábamos, después de días de ruta y dormidas en la camioneta, un rato de desinfle, de comida hecha en casa, de álbums de fotos y semifianles de hockey sobre hielo.

Gracias tío Sam!

GRAND CANYON

Sabíamos que iba a ser un punto alto del viaje. Procuramos manejar hasta encontrar donde estacionar frente a un precipicio en la noche, para amanecer con los primeros rayos de luz en un paisaje increíble.

Un poco mal dormidos, comenzamos a bajar el Gran Cañón a las 7am, cuando el sol aún no molesta y con varias botellas de agua encima. Unos antes, otros después, pasado el medio día ya estábamos arriba para poder admirar otros puntos panorámicos. Las gama de colores es increíble, desde los ocres a los rojizos, y en un segundo plano una neblina azulada cubriéndolo todo. Vegetación propia de la aridez, pero más abundante de lo que esperábamos.

Nos quedamos hasta ver el atardecer, ratificando que este ha sido un punto alto dentro del viaje.

23.5.11

NUESTRA QUERIDA IDIOSINCRASIA

No lo podíamos creer, fue más allá de nuestros asombro: el "free refill" (recarga gratis). En la mayoría de las casas de comida rápida, el dispensador de bebida no se encuentra detrás del mostrador. Comprás un vaso de bebida y recargás cuantas veces quieras.
¿Qué hace un yankee? Compra un vaso extra grande para cada uno.
¿Qué hace un uruguayo? Compra un vaso pequeño para todos y recarga cada 5 minutos.

Pero no sólo queda en la bebida. En los moteles en la ruta solicitamos una habitación para 2 o 3 y nos metemos todos los que podamos.
En una ciudad perdida en medio de la Ruta 66 paramos en un motel que anunciaba "Free breakfast buffet". Cuando amanecimos nos encontramos con un chiringuito en medio del parking abierto que daba a la ruta en el cual había una cafetera, tostadora, cajas de jugo, pan, queso untable, yogurth, cereales en cajas individuales, manzanas y alguna cosa más. No sólo desayunamos los 5 habiendo declarado 3 personas, sino que nos abastecimos para la merienda.

Que esto suceda debe ser impensable para alguien que pone un negocio así, pero nosotros no podemos con nuestro uruguayismo.

The American Dream . Tramo Philadelphia - Chicago

El tránsito por el interior de los EEUU en auto nos hizo sentir que vivíamos una película que ya habíamos visto: casa de madera elevadas del suelo, techo a dos aguas, porche con mecedora, sótano y ático y la flamante bandera de los Estados Unidos. Teníamos la convicción de que en cualquier momento aparecería desde algún porche, Clint Eastwood con una escopeta.

Esas escenas es lo que nosotros estamos acostumbrados a ver en todas las series y películas yankees. Lo que nos perturba es que ellos no sólo lo ven en las películas, sino que también lo viven todos los días. Viven y consumen todo lo que es producto americano.

Realmente hay una sensación de que se creen el mejor país para vivir, que son los que mantienen la paz mundial, y que son los capaces de brindarle un mundo mejor a toda aquella pobre gente que les tocó nacer en un lugar no tan privilegiado.

17.5.11

NEW YORK, NEW YORK

Ciudad que nunca duerme, resulta abarcable en dimensión, inabarcable en contenido.

Funciona en dos niveles: la del turista y la del neoyorquino. Es difícil pensar en establecer una rutina en una ciudad así, pero cada uno en su lugar logra generar su propio ámbito en un radio acotado con similares recorridos diarios. Como turistas intentamos abarcarlo todo en 5 días. Es como una invasión a la cuidad de gente extranjera moviéndose por cada rincón.

Ciudad cosmopolita si las hay, cada barrio es una especie de submundo, pasás de China a Italia, de Harlem a "El Barrio" con sólo cruzar una calle.

Recrea microclimas increíbles como el Central Park, con una extensión territorial sumamente importante dentro de Manhatan siendo base para todo tipo de actividades. Escape para los neoyorquinos, como espacio deportivo y recreativo, y un paseo extraordinario para los turistas.

Ciudad que la podés vivir con diferentes presupuestos. Desde alojarte en los apartamentos más caros del mundo, e ir a tiendas como Giorgio Armani o Louis Vutton, o vivirla con lo más mínimo, haciendo un picnic en el Central Park y tomándote un ferry gratis a Staten Island.

Increíble, una ciudad que te sorprende en cada esquina, que nunca pasás dos veces por la misma escena. Sin duda, intentaré volver al final del viaje.